Translate


Un libro muy recomendable

Comentario de Javier Botella de Maglia

Se han publicado muchos libros sobre la trayectoria científica de Santiago Ramón y Cajal (premio Nobel de Medicina 1906) como histólogo del sistema nervioso, pero éste es distinto porque analiza la relación de Cajal con el deporte, con el ejercicio físico y con la contemplación de la Naturaleza. El libro está muy bien redactado, es ameno y contiene algunas fotografías inéditas tomadas por aquel sabio en sus excursiones por las montañas, así como provechosas reflexiones sobre el esfuerzo, el entusiasmo y la perseverancia, cosas que los montañeros comprendemos muy bien. A diferencia de otros científicos que sólo entienden de sus respectivos campos de investigación, el pensamiento de Ramón y Cajal trasciende mucho más allá del laboratorio y abarca otros aspectos de la actividad humana.

Eduardo Garrido, el autor del libro, es un experto en medicina de montaña cuyos estudios sobre el efecto de la hipoxia de la altitud sobre el sistema nervioso son reconocidos internacionalmente. Conoce bien el pensamiento de Ramón y Cajal por haberlo estudiado desde que era adolescente; y además escribe muy bien.

«Cajal y la Naturaleza» es un libro muy bueno, que vale la pena leer a cualquier edad.

La fotografía de la portada es un engaño

Comentario de Javier Botella de Maglia

La malograda expedición de la USS Jeannette, que zarpó con la esperanza de llegar al Polo Norte y acabó con la muerte entre horribles sufrimientos de la mayor parte de los miembros de su tripulación, tuvo una gran resonancia en la sociedad norteamericana de su tiempo y fue lo que hizo concebir a Fridtjof Nansen su idea de aprovechar la deriva de la banquisa polar para llegar con el Fram al Polo Norte o a sus proximidades. Este libro del historiador norteamericano Hampton Sides da la impresión de ser tal vez algo novelado pero quiero creer que en lo fundamental es fiel a la verdad histórica y a los documentos originales. Pero lo que me parece inaceptable es que en la versión española (editorial Capitán Swing) se engaña al lector poniendo como fotografía de portada la que Ernest Shackleton tomó de sus compañeros Jameson Adams, Frank Wild y Eric Marshall el 9 de enero de 1909 en la Antártida a una latitud de 88º 23' S, que no tiene nada que ver con la Jeannette ni con el Ártico. Esta foto se publicó en la página 211 del libro de Shackleton «The Heart of the Antarctic» editado en Londres por William Heinemann en 1910. Esta engañifa dice muy poco de la seriedad y de la fiabilidad de la editorial Capitán Swing. Poco les habría costado poner la misma foto de portada que aparece en la versión norteamericana, que muestra a siete de los supervivientes de la Jeannette en Yakutsk (Siberia) y sí es correcta.

En este mundo dominado por lo virtual y lo «fake» no todo vale; y para una editorial no es bueno ganarse mala fama entre sus posibles lectores.

 
Comentario de Javier Botella de Maglia

Este libro provoca una sensación ambigua.

Por una parte, es el resultado de una investigación extraordinariamente meticulosa, rigurosa, precisa y bien fundamentada que bien podría compararse a una verdadera tesis doctoral. Los autores han conseguido averiguar, casi minuto a minuto, lo que hizo en todo momento cada uno de los sujetos estudiados. Al final de cada capítulo se detallan pormenorizadamente las fuentes de información, lo cual da al libro una gran credibilidad.

Por otra parte, el libro contiene fallos de principiante que pueden llevar a error a los lectores. Veamos algunos:

En un mapa se confunde la frontera reclamada por el Pakistán a la India con la frontera reclamada al Pakistán por la India.

Se dice que los habitantes de las aldeas de Rolwaling en invierno calzan botas de piel de búfalo, animal que no habita en el Himalaya.

Se confunden las manoplas con los mitones, que son los guantes sin dedos que se usan en tiempo frío para hacer manipulaciones finas.

Se dice que Chogori es el nombre autóctono del K2, pero los ochomiles del Karakorum carecen de nombre autóctono porque no son visibles desde ningún lugar habitado. Los términos «Chogori» (K2), «Falchan Kangri» (Broad Peak) y «Gasherbrum» son modernos y proceden de los tiempos de las primeras exploraciones. De hecho, los indígenas del Karakorum no dicen «Chogori» sino «Ketu».

Según los autores, cuya informadora es Janice Sacherer, «Chogori» significa «Puerta de entrada al cielo», lo cual contradice la opinión generalmente aceptada por los expertos. En balti «chogo ri» significa simplemente «gran montaña», hecho confirmado por mi propio informador, el sirdar balti Ghulam Nabi, en 1984.

Para dar más dramatismo a su texto, los autores dicen que en la cima del K2 habita una deidad maléfica llamada Takar Dolsangma y se basan para ello en la interpretación que hace del texto budista Tseringmi Kangsu un lama de la región de Rolwaling que vive a más de un millar de kilómetros del K2 y no sabe de esta montaña más que lo que le cuentan. Ignoro lo que dice el texto Tseringmi Kangsu porque no he logrado localizarlo en ninguno de mis libros, ni en la Enciclopedia Británica, ni en la Enciclopedia Larousse ni en la Wikipedia, pero dudo de que pueda aplicarse la tradición budista a una montaña que no fue conocida hasta mediados del siglo XIX.

Para acentuar la importancia del K2, en el libro se da a entender que el Everest es una montaña fácil y carente de peligros. A tenor de nuestra experiencia en 1991 puedo asegurar que no lo es y creo que semejante afirmación es una irresponsabilidad.

Los peligros del alpinismo a grandes altitudes no son ninguna novedad y lo que les pasó a aquellos desdichados nos podría haber pasado a cualquiera de nosotros. Pero al mostrar el contraste entre los alpinistas generosamente patrocinados, ávidos de fama y a menudo egoístas, y los porteadores de altitud dispuestos a asumir riesgos para ganarse la vida como sea, el libro debería hacernos reflexionar sobre el valor del mérito, el esfuerzo, el altruismo... y el dinero. En el pasado se admiraba el mérito. En el montañismo actual ¿a quién admiramos y por qué?


Etiquetes: , , , , ,
edit

GANA FEROTGE EN TORNAR D’EXPEDICIÓ

El dia que ens van fer fora d’un buffet lliure

Les expedicions dels anys setanta i vuitanta del segle passat, duraven entre dos i quatre mesos. Qui volia anar d’expedició a una muntanya llunyana, com que no hi havia cap agència que s’encarregués de la logística, ho havia d’organitzar tot. 

No només havia de trobar la financiació, també s’havia de recol·lectar i de recollir  cada un dels medicaments de la farmaciola, establir i envasar les racions d’altitud, les tendes de cada campament, el menjar que calia portar de casa i el que es compraria als pobles veïns, comptar el pes i calcular quants portadors caldrien i etc, etc. I, quan faltaven diners o les empreses no regalaven els seu producte, gratar-se la butxaca.

Tota la logística, repartida entre els expedicionaris. A la primera reunió (sempre a la nit, després de la feina de cadascú) el cap d’expedició deia: jo m’encarrego dels papers, la informació, els permisos i les subvencions, tu del menjar, fas les racions i et busques la vida a veure qui ens dona alguna cosa, tu t’encarregues del material que si no ens en donen portarem el nostre, en Pepet dels viatges i del pes i els portadors, en Quimet de les comunicacions, les adreces i els hotels. I en Ton de la farmaciola, del programa d’aclimatació i de les vies d’evacuació en cas d’emergència. 

Voluntariosos però no professionals, tot era agafat amb pinces i depenia de la bona voluntat de qui ens ajudava o ens donava alguns productes de la seva empresa. No sempre sortia tot bé, però així es van fer moltes expedicions i molts cims.

De vegades, una tenda estripada obligava a fer campaments en iglús o coves de neu. Sovint no ens posàvem d’acord. De vegades quan hi havia sopes i cartutxos de butà, ningú havia pujat un perol. Però quan hi havia un perol, la bossa amb les sopes s’havia quedat a mig camí i s’havia de sopar amb els caramels de la ració de l’endemà. Els corbs, els goraks de l’Himàlaia, eren especialistes en robar el formatge, el pa, la farina i tot els que hi hagués en un campament no vigilat. Per ells, estripar una tenda o una bossa de lona gruixuda no era cap problema. 

Altres vegades, el transport feia malbé el contingut d’un bidó deixat sota un sol tropical. Apa! unes quantes racions menys.  Més problemes? Si nevava fort, més d’una vegada es perdia un dipòsit de material. Però no era sobre unes roques? Si, però on son les roques? Búsca-les, dos metres sota la neu. Bastons d’esquí sense les volanderes i ves punxant fondo a veure si ho trobem. De vegades si, però de vegades no. Apa! Unes racions menys...

Per no parlar de les allaus. Al Manaslu vam deixar tot un campament provisional 6200 metres pensant tornar l’endemà. Els dos dies següents va nevar com si s’acabés el mon. Quan vam poder tornar no hi havia res. Tot havia anat avall arrossegat per la neu acumulada. 

A l’Hindu Kush, l’any 1977 un portador va caure al riu; el vam recuperar sense més problemes que l’ensurt i la mullena, però el carregament, un bidó de menjar, va anar riu avall.

En resum, fos per un all o per una ceba, no es menjava tot el que es volia ni quan es volia. A més a més l’altitud, per més aclimatat que el muntanyenc estigui, fa perdre massa muscular a més a més d’afectar al sistema digestiu.

La realitat és que es perdia bona part del pes que es tenia en començar l’expedició. Perdre el 10% del pes en dos mesos era cosa que consideràvem normal. Un servidor de vostès medeix 181 cm i pesava 79 kg en començar l’expedició al Manaslu de 1982. Tres mesos després, en tornar a Barcelona després d’uns dies de menjar, remenjar i tornar a menjar  com si no hi hagués un demà, pesava 64 kg. Semblava un llapis llarg amb ulls i bigotis. 

Curiosament, les dones no perdien tant de pes. Potser un 5%. Tot té una explicació: en altitud el que es perd és, sobretot, massa muscular. I com que els homes de promig tenen entre un 8 i un 10% més de massa muscular, vet aquí la diferència.

El cas és que, en tornar a casa, la fam era una cosa difícil d’explicar. Un menjava i s’omlia la panxa i en poca estona l’estòmac era ple. 

Arribava un moment que pensaves: Prou endrapar... per ara! 

Però al cap de poca estona, tot aquell menjar, hidrats de carboni i proteïnes, una mica més tard els greixos, havia desaparegut. No només de l’estòmac; havia desaparegut de la sang, ens atacava la hipoglicèmia i la sensació de fam apareixia, de vegades en menys de mitja hora. S’estaven curant les feridetes que en altitud no es curaven mai. Les ungles creixien més fortes i gruixudes, es recuperava i es refeia tot allò que a gran altitud havia quedat en suspens. El consum de nutrients era gran i desapareixien de la sang poca estona després de menjar.

Sol·lució? No sé, però els primers dies esmorzàvem, dinàvem i sopàvem dos vegades sense perdonar un berenar en condicions. A casa ho s’ho sabien molt bé. Quan jo havia de tornar d’expedició s’omplia la nevera fins dalt  d’una forma poc raonable. Però tot plegat s’acabava en dos dies. I Sant Tornem-hi.

Una vegada la cosa va ser tan escandalosa que la gerència d’un restaurant ens va fer fora. El setembre de 1980 tornàvem del Karakorum. Èrem cinc homes afamats entre 28 i 32 anys i vam trobar un hotel de luxe a Rawalpindi que tenia un buffet lliure. Es pagava una entrada i t’atipaves tant com volies. Dit i fet. Plats d’arrós, plats de bé amb curry, plats de pasta amb iogurt, pollastre amb espècies, fruita, postres i pastissos. I quan un acabava i reposava una estona, s’alçava un altre i tornava a omplir un plat. Després un altre. Quan arribava el torn del cinquè, el primer ja tenia una bona gana i s’omplia un altre plat de patates amb pebrots fregits i un mango ben madur. O repetir un plat de pilaf amb verdures i chilis picants. I encara sort (per ells) que les begudes, al Pakistà totes eren sense alcohol i es pagaven apart... I com que no tancaven en tot el dia, anàvem fent.

Aquest episodi devia començar cap a la una del migdia i a les sis de la tarda encara endrapàvem. 

De manera amable, però contundent ens van fer saber que si volíem continuar menjant hauríem de tornar a pagar l’entrada.

Molt bé, d’acord. Molt dignes i amb el cap ben alt vam decidir anar a sopar al nostre hotel, bastant més econòmic.

I així va ser.

Etiquetes: , , , , , ,
edit

UNA CAPSA DE GALETES AMB MISSATGE

Un servidor no es gaire partidari de fer publicitat. De res que es pugui comprar o vendre. Prefereixo opinar amb independència de l’economia. El que escric és perqué així ho he vist i així ho he viscut i no perqué hi hagi cap interès econòmic pel mig.

Quan no existien les agències que avui dia, si pagues, t’organitzen les expedicions, els pocs ximplets que ens conjuràvem per anar a unes muntanyes llunyanes ho havíem de fer tot. Des de trobar uns calerons i posar de la butxaca els que faltaven, contactar amb els primers ascensionistes per tenir fotografies i la màxima informació que hi hagués, obtenir els permisos i etc, etc. 

Aixó incloïa demanar el material, els  aliments i les medicines a les empreses que les fabricaven. La resposta més comú era la callada. El silenci. Altres empreses acceptaven i ens cedien alguns dels seus productes, de vegades a canvi d’unes fotografies o de publicitat. 

Només una vegada, però, va passar el que us explicaré.  

EXPEDICIÓ CATALANA AL MANASLU 1982

Una de les empreses que ens va ajudar amb unes caixes dels seus productes era una coneguda fàbrica de galetes que venien dins d’unes caixes grogues que mostraven el pont sobre el riu Ter a Camprodon. Galetes exquisides que tots coneixíem. Tants anys després encara es troben les mateixes caixes.

 
Un vespre, nevant i pelats de fred a l’iglú del campament II, a 5600 metres, obríem una caixa de galetes per acabar d’arrodonir el sopar. Dos galetes per barba, que no es podia abusar. A dins de l’embalatge, sellat i estanc, hi havia una nota escrita a mà:

“Que tingueu molta sort i que torneu amb el cim. Feu-ho en el nostre nom” Signat: Les treballadores de la fàbrica.

S’ens van humitejar els ulls. El cap d’expedició es va guardar el paper a la butxaca del pit de la seva camisa. De vegades, quan una empresa ajudava una expedició, ens enviava una carta per encoratjar-nos. Fins i tot hi havia alguna carta d’agraïment per pensar en ells. Però mai una nota d’ànims escrita a mà per les treballadores.

Elles no ens coneixien. És de justícia i noblesa recordar aquest gest d’escalf humà d’aquelles entranyables galetaires cap a uns desconeguts expedicionaris que arriscàvem el que teníem i el que no teniem.

Posats a recordar anècdotes relacionades amb el menjar a les expedicions, no podia faltar aquest reconeixement.

    

Imatges. L’iglú del campament II, cobert amb una lona groga. La vida a dins de l’iglú.

No conservem, lamentablement, el missatge. 

Aquella primavera va fer molt mal temps i vam tenir molts disgustos. Molta feina amb neu fins el pit. Finalment l’expedició va acabar de forma ben amarga. La nit del 9 al 10 de maig, una allau va escombrar el campament IV a 7400 metres d’altitud. Allà hi havia la cordada de punta. El cap d’expedició, Enric Font i en Pere Aymerich. Vam anar al Manaslu sis companys, però només en vam tornar quatre.

No tenim la nota que van escriure les pastisseres que elaboraven galetes, però mantenim el record i l’agraïment.


Etiquetes: , ,
edit

ELS MÉS ALTS CIMS DE L'HUMOR. Entrega XIII

CAPÍTOL XIII. ¡VICTÒRIA! 

Em sentia empetitit i aïllat, estremit pel fred mordent al cim del Guili-Guili. La cimera majestuosa del Khili-Khili s'elevava davant meu, a menys de dos quilòmetres de distància; però entre nosaltres s'interposava la gola profunda de l'Enigmà. 

Els meus pensaments van tornar a aquella tarda, que em semblava tan llunyana, quan havíem fet una aturada al cim del Vaambko-txe, el cor bategant d'esperança i tots impacients per afrontar la muntanya. Tots els nostres esforços, tots els nostres sofriments, tots els nostres plans havien estat en va. Havíem traït la confiança dels que ens havien triat. Érem uns fracassats, uns impostors; el món sencer riuria a les nostres expenses i amb justa raó.

Vaig pensar en els meus camarades que lluitaven contra la fatiga física, que reagrupaven les seves forces amb el pensament posat en la tasca que creien que els esperava; els vaig imaginar progressant lenta però valerosament pel vessant de la muntanya, i tot això per a res. Això em semblava infinitament patètic. Tenia un nus a la gola, i vaig haver de fer un gran esforç per retenir les llàgrimes, indignes d'un home. Vaig contemplar el cim del Khili-Khili, tan seré en la seva puresa inviolada, i per un instant vaig tenir la il·lusió que la deessa de la muntanya rebutjava amb menyspreu a les ínfimes criatures que havien gosat posar sobre els seus vessants lluminosos uns peus sacrílegs; que ella els llançava un desafiament, que llançava un desafiament a la Humanitat sencera. Ella era la que ens havia extraviat i la que extraviaría o destruiria a tots els que gosessin posar-hi un peu a sobre.

Em vaig preguntar si la muntanya seria vençuda alguna vegada.

I mentre la contemplava, vaig conèixer sobtadament la resposta.

Sobre les llargues pendents del cim, un petit punt negre acabava d'aparèixer. El vaig veure ascendir i elevar-se lentament. Darrere d'ell hi anava un altre punt negre. I un altre. Homes!

Qui podia estar sobre la nostra muntanya? Vaig sentir pujar en mi una onada d'indignació. Qui havia gosat abordar en secret la nostra muntanya i vèncer-la abans que nosaltres per ridiculitzar-nos?

Qui?

Els tres punts seguien pujant. Darrere d'ells van aparèixer altres punts, sols o per grups de dos o tres. Eren deu, vint, dotzenes, vintenes; la virginal blancor de la cimera estava ara sembrada de punts.

Els portadors! No podien ser altres. Noranta-dos d'entre ells s'havien quedat al campament base. Hi èren tots o gairebé tots, escalant la muntanya.

Però per què? Per què?

I, sobretot, ¿on era Malaltís? ¿Estava amb ells o l’havien abandonat? Estava al cap d'aquells punts negres?

Em vaig precipitar sobre el meu walkie-talkie. La distància sobrepassava l'abast normal de l'emissor, però potser en una atmosfera tan pura fos possible el contacte. Vaig manipular frenèticament el senyal de trucada, dient:

"Nexe d’Unió a Pupes. Nexe d’Unió a Pupes. Em sents? Canvi".

Cap resposta. Hi vaig tornar una vegada i una altra. Estava posseït per un frenesí.

El Soo i Pong èren plàcidament asseguts sobre els seus carregaments i miraven als seus companys sobre el Khili-Khili sense manifestar el més lleuger signe d'interès. Com si això els semblés entrar dins de la rutina quotidiana. Els punts negres es separaven en grups. S'aixecaven tendes, es proposaven, evidentment, acampar al cim de la muntanya.

Vaig insistir en les meves trucades.

A la fi, davant meu immens alleujament, vaig sentir una veu afeblida que deia:

"Pupes a Nexe d’Unió. Pupes a Nexe d’Unió. T’he rebut en força 2. Em sents? Canvi".

Em va explicar la seva increïble odissea. El dia que Cicerone i jo havíem deixat per última vegada la base avançada, els portadors havien començat a embalar tot l'equip que havíem deixat al campament base. Quan tot havia estat disposat, havien desmuntat la tenda d’en Malaltís, fent-li comprendre per signes que calia que sortís del seu sac. Pensant que obeïen ordres de Cicerone, que els havia encarregat que instal·lessin el campament a un lloc més segur, Malaltís ho havia fet. El nostre amic, que patia en la circumstància de catalèpsia latent, va ser fet fora del campament a l’esquena d'un portador.

Davant la seva viva sorpresa, en lloc de dirigir cap al lloc escollit, havien marxat rectes cap a la cara nord i començat a escalar-la. Malaltís va cridar i protestar, però sense que el portador que el portava li prestés la menor atenció.

Va donar puntades de peu, va llançar udols, va colpejar a cops de puny el cap del portador. Aquest va suportar el tractament durant algun temps sense dir res; després va precipitar a Malaltís al terra i va continuar la seva marxa, deixant-lo allà. Molt alarmat, Malaltís es va precipitar darrere d'ell amb pas vacil·lant i li va pregar que s'aturés. El portador es va aturar, va esperar que Malaltís l’aconseguís, s’el va posar a l'esquena i va seguir pujant. Malaltís, completament desmoralitzat, es va instal·lar tan confortablement com va poder i es va adormir.

Es va despertar quan s’el dipositava a l'interior de la seva tenda. Després d'una breu mirada sobre el paisatge, va creure endevinar que estaven acampats sobre el coll Sud. Li van donar de menjar i se li van lliurar les seves coses personals. Després d'haver-se curat d'un atac de febre de Malta, es va instal·lar per a la nit.

A l'endemà, al matí, els portadors van aixecar el campament, emportant-se a Malaltís. Sense concedir cap importància a les seves protestes, el mateix portador va carregar amb ell i van partir tots.

Havien així marxat amb obstinació fins al moment en que havien arribat al cim. Malaltís va dir que no havia estat mai més desgraciat en la seva vida. El relat del que havia patit -va dir- hagués fet empal·lidir el més rude colonitzador de països salvatges. El Khili-Khili era una muntanya més dura del que havia imaginat fins i tot en els seus moments de major pessimisme. Durant tota l'ascensió havia estat portat pel mateix portador, Anomenat Ob Skur.

Compadint les seves desgràcies li vaig explicar les meves notícies. Estudiem llavors el que convenia fer. Era evident que calia fer descendir a Malaltís al campament base. Però com? Guiat pels meus consells, Malaltís va tractar de persuadir els seus homes per senyals que calia baixar; però ells no van fer cap cas als seus gestos. Havien acabat de muntar les tendes. Els que no estaven ocupats en preparar els menjars, estaven asseguts i fumaven, aparentment molt satisfets de la seva situació. Malaltís va declarar que no hi havia esperança.

Jo no podia imaginar -vaig dir-li- com havia pogut passar això. Malaltís em va respondre que ell, però, sabia exactament a què atenir-se respecte a això. La paraula yogistanesa designant el peu d'una muntanya era evidentment la mateixa que la que designa el cim, excepte en alguna intensitat del borborigme o alguna altra convulsió interna que Cicerone havia imperfectament formulat. Segons Malaltís, els portadors es quedarien allà, llevat que Cicerone no els donés l’ordre expressament de baixar o que comencessin a faltar els queviures. Ell pensava, de tota manera, que seria mort molt abans de que intervingués una o altra d'aquestes circumstàncies.

Li vaig suplicar que resistís per nosaltres. Li vaig declarar que els seus patiments no havien estat en va. ¿No havíem, després de tot, arribat al cim del Khili-Khili? Fins i tot havíem fet més del que esperàvem, ja que havíem vençut alhora al Khili-Khili i al Guili-Guili.

Malaltís va respondre que durant els pròxims anys, si mai tenia de nou l'ocasió de seure confortablement davant un bon foc, aquest fet podria procurar-li una certa satisfacció. Per al present quart d'hora, això no era més que una gota d'aigua en un oceà d'infortuni.

Em va suplicar que el fes baixar d'allà.

Per reconfortar al pobre, li vaig prometre que ho faria; però no tenia ni idea de com fer-ho. Ens vam dir adéu i vaig descendir cap a la vall amb la meva petita escorta.

* * *

Al campament 4 vaig trobar els meus preciosos comprimits antidispèptics. Vaig trucar a Setciències i li vaig anunciar la notícia. Li vaig dir que seria al campament 2 a l'endemà i al campament 1 a l'altre dia. Vaig prendre un frugal sopar i em vaig ficar al llit d'hora. El Soo i Pong van venir a rotar a la meva tenda; vaig creure que volien dir-me amb això "Bona nit".

Va ser un doble rot el que em va treure del meu somni a l'endemà al matí. Vaig mirar amb desconfiança als dos yogistanesos, però Pong havia portat un tros de cuir, pensant que m'agradaria menjar-lo amb les llenties i la carn seca. Això em va semblar un gest amistós, i em vaig avergonyir de les meves sospites.

Guardo pocs records dels dos dies següents. A nou mil metres vaig trucar als altres i els vaig demanar que em guiessin fins al campament 1. Es van mostrar molt amables, però les seves detallades instruccions no van servir més que per fer-me donar voltes. Em va fer feliç, però, sentir de nou la veu de Catxes. En fons sonor, mentre ell em parlava, jo sentia ecos de cançons, i de tant en tant una veu amistosa intervenia en la conversa per preguntar: "Com està aquest vell Llunes avui?", O bé: "Llunes, nano, ¿t’he explicat alguna vegada l'acudit d’aquella jove que anava a comprar ous?", i així seguien. Catxes mateix va proposar cantar una mica. Això era molt amable per part seva, i després de tantes jornades solitàries, em commovia fins a les llàgrimes; però no m'ajudava a trobar el campament 1.

Vaig acabar per renunciar-hi. Vaig anunciar que baixaria fins a la base avançada i els vaig dir que em seguissin l'endemà. Catxes va consultar als altres, i vaig sentir a Flaixos dir: "Per què no? De tota manera, ja no queda més". Sens dubte, es referia a la pel·lícula cinematogràfica.

He discutit després amb A. Nem de Canto el misteri del campament 1. Per què no vaig aconseguir mai descobrir-lo, tot i les instruccions repetides que se m'em prodigaven? Per què Cicerone havia pogut trobar-lo tan fàcilment quan havia baixat del campament 2? I per què als altres, especialment a Catxes, que no havia pujat d'allà, els costava tant treball deixar el campament 1? Es tractava d'un fenomen climàtic local comparable a l'atmosfera enervant que es troba de vegades sobre una glacera? No arribem mai a una explicació satisfactòria. Fins avui, l'enigma del campament 1 continua sense solució.

Vaig descendir, doncs, a la base avançada, i un dia més tard estàvem de nou tots reunits per primer cop des de feia més de quinze dies.

La qüestió que es plantejava era aquesta: què es podia fer pel pobre Malaltís?

El telescopi de Rodamon va revelar que el campament base estava encara instal·lat dalt del cim. Quant al núvol ombrívol que planejava per sobre de les tendes, era, a no dubtar-ho, el fum procedent de noranta-dos pipes de groku. Tenien la intenció de quedar-s'hi, com es temia Malaltís, fins a rebre noves ordres o fins a veure esgotar-se els queviures? Cicerone va consultar als portadors, que li van afirmar que era això, certament, el que passaria. La consigna -van dir- era la consigna, i la consigna, en tal circumstància, era transportar el campament de base fins al cim i esperar allí a la resta de l'expedició.

Era evidentment necessari enviar-hi algú. Però a qui? Com que cap dels europeus estava en condicions d'intentar l'ascensió, calia recórrer als portadors. Cicerone va demanar voluntaris, cosa que va tenir resultats decebedors. Vaig designar llavors a dos, donant-los l'ordre de pujar fins al cim. Després d'una esgotadora discussió sobre les tarifes de les hores suplementàries, van agafar els seus sacs i van partir sense manifestar ni entusiasme ni repugnància excessives. Per a ells, allò no sortia de la quotidianitat.

El coll Sud no era el millor lloc per muntanyencs al límit de les seves forces com nosaltres. L'endemà vam descendir fins a la glacera i vam plantar les nostres tendes al peu de la cara Nord.

I allà, vam seure i vam esperar. Ben repapats.



Etiquetes: ,
edit

RECOMANACIONS PER LES DONES QUE VIATGEN A L’ALTITUD

Recomanacions del comité mèdic de la uiaa 

El mes d’abril de 2024 es va publicar en aquest bloc una entrada sobre el darrer número de la revista “High Altitude & Biology” en que es publiquen recomanacions de la Comissió Mèdica de la UIAA (Union Internationale des Associations d’Alpinisme). Les recomanacions es refereixen a la nutrició femenina i a viatjar a l’altitud de les dones amb menopausa. Els temes són ben concrets, però com que dades concretes no en troben, es queden en generalitats.

https://www.maldemuntanya.cat/2024/04/high-altitude-medicine-biology-vol.html

L’any 2005 el mateix comitè, del qual aleshores formava part la Dra. Conxita Leal Tort, ja havia publicat unes recomanacions per les dones interessades en viatjar a les muntanyes de gran altitud. Com que el tema era general, el dividien en parts: embarassades, la menstruació, anticoncepció, etc. També eren generalitats, però basades en l’experiència de muntanyenques veteranes. Crec que aquell article encara pot ajudar més que el més modern. Si teniu la paciència de llegir l’article escanejat de la revista en paper, veureu com la recerca bibliogràfica va ser molt intensa incloent l’interés per trobar les diferències que apareixien en altitud entre les dones i els homes.

L’article es pot trobar a Internet en aquest enllaç:

https://www.liebertpub.com/doi/10.1089/ham.2005.6.22

Com que no es pot penjar un article protegit us poso la traducció que es va fer per Anales de medicina y socorro  en montaña” l’any 2006 amb permís dels autors.

La revista “Anales de medicina y socorro en montaña”, editat voluntariosament pel Dr. Javier Botella de Maglia, era l’òrgan de difusió de la Sociedad Española de Medicina y Auxilio en Montaña (SEMAM), l’Institut d’Estudis de Medicina de Muntanya Dr. Castelló (IEMM) i de la Sociedad Argentina de Medicina de Montaña (SAMM). Lamentablement va deixar d’existir fa més de 15 anys. Sé que es pot trobar a Internet, però ho deixo pels experts en cercar a les xarxes fosques el que no es troba als cercadors comercials. 





Etiquetes: , , , ,
edit

SEXE I ACCIDENTS DE MOUNTAIN BIKE

SEX DIFFERENCES IN MOUNTAIN BIKE ACCIDENTS IN AUSTRIA FROM 2006 TO 2018: A RETROSPECTIVE ANALYSIS

En aquesta entrada desafio a l’intel·ligent lector a que trobi la diferència entre una estadística i un plantejament científic.

Aquest estudi utilitza el mètode de revisar els informes de la policia alpina austríaca entre els anys 2006 i 2018 que es refereixen als accidents de bicicleta de muntanya intentant, cosa que penso que no consegueixen del tot, relacionar-los amb el gènere dels ciclistes. 

Els accidents reportats involucren a 5.095 ciclistes (81% homes i 19% dones). La dada més rellevant és que els accidents van passar de 208 casos l’any 2006 a 725 el 2018. Es van triplicar en 12 anys. No cal ser molt llest per pensar que el motiu es relaciona amb l’augment progressiu de la freqüentació de les muntanyes per les bicicletes.

La revisió de l'estadística policial revela que hi ha 4 homes per cada dona accidentada. És una dada que no aporta gaire. Si hi havia 4 ciclistes homes per cada ciclista femenina, les xifres voldrien dir que s’accidenten igual. Si hi hagués 8 ciclistes masculins per cada ciclista dona, resultaria que les dones s’accidentarien al doble que els homes. Si entre els ciclistes hi hagués 2 homes per cada dona, voldria dir que els homes s’accidenten el doble que les dones. Però enlloc es diu quants ciclistes de cada gènere hi havia aquells anys a la muntanya, dels quals no es guarda record perqué no es van accidentar. Per tant, les suposicions sobre l’accidentabilitat de cada sexe es queden en suposicions.   

Altres dades curioses son: 

Mes homes (95%) que dones (91%) portaven casc. Aparentment és una dada sorprenent, ja que tradicionalment es considera que les dones acostumen a tenir més sentit comú que els homes. 

Les lesions més freqüentment descrites son “Ferides / Hemorràgia” en els dos sexes (40 i 41%). És clar que de l’informe policial no es poden treure gaires dades mèdiques sobre la gravetat de cada accident però les dones van ser evacuades amb més freqüència, ja fos en helicòpter o per terra, mentre que la major part dels homes no van requerir evacuació. Aixó només pot significar dos coses: o bé les dones quan s’accidenten tenen lesions més greus o bé que els rescatadors, que sòn majoritàriament homes, decideixen evacuar-les més diligentment per la causa que sigui. No sembla que hi hagi altres possibilitats, encara que les dues semblen molt poc raonables.

En tot cas, apart de que en pocs anys s’han triplicat els accidents en bicicleta de muntanya, queden massa preguntes a l’aire com per fer un estudi més aprofundit. 

Com es veu, molt sovint, revisar estadístiques deixa moltes preguntes a l'aire en aquells temes que no s'havien mirat abans.


Sex Differences in Mountain Bike Accidents in Austria from 2006 to 2018: A Retrospective Analysis

Published Online:12 Mar 2024 https://doi.org/10.1089/ham.2023.0086

 High Alt Med Biol. 25:89–93, 2024

Woyke, Simon, Anja Hütter, Christopher Rugg, Willi Tröger, Bernd Wallner, Mathias Ströhle, and Peter Paal. 

Etiquetes: , , ,
edit

 


High Altitude Medicine & Biology VOL. 25, NO. 1 | Special Series - Women at Altitude

Aquest any es celebren els 25 anys de la fundació de la revista de referència pels interessats en la medicina de l’altitud. High Altitude Medicine & Biology. El HAMB pels habituals.

Us poso la portada d’aquest número amb la seva característica fotografia de la paret sud del Lhotse que ha mantingut al llarg de tots aquests anys. Em fa especial il·lusió perqué jo mateix, com a metge d’expedició, m’he enfrontat dues vegades a aquesta paret. Els anys 1984 i 1987.

L’expedició de l’any 1984 va ser una expedició molt pobreta, de cinc companys, amb ànim més exploratori que de conquesta. Dels cinc, només quedem vius dos. Els altres tres van morir en diverses expedicions. A l’expedició de 1987, més ben preparada, hi pujàvem vuit membres, però en baixàvem només quatre. Els altres quatre van quedar allà per sempre.

Com podeu veure, en això de la Medicina de Muntanya hi ha molta ciència, investigació i experiència, però també hi ha passió i dolor.

Tingueu clar que la Medicina de Muntanya és un esport de combat que requereix molta voluntat i acceptació del risc.

Aquest darrer número de la revista inclou la revisió de dos temes importants per part de la Comissió Mèdica de la UIAA (Union Internationale des Associations d’Alpinisme). La nutrició de les dones i la  menopausa a gran altitud.

Sobre la menopausa apunten a que aquestes dones no tenen més mal de muntanya ni altre dificultat en altitud, respecte de les dones més joves. Es desconeix l'efecte de l'altitud en la simptomatologia de la menopausa si és que té cap influència. 

Respecte de la nutrició comenten que la disminució de l’aport calòric junt amb la major despesa per l’exercici pot portar a trastorns a nutritius que afectin les capacitats. Òbviament això serveix per totes les persones. Si que esmenten vigilar l’anèmia, cosa més freqüent en dones que en homes.

Lamentablement en tots dos articles conclouen que no es disposa de dades concloents. Aquests resultats no sòn gens nous. Per tant, les recomanacions son generalitats que poden ser útils per tothom.   

Com que no es poden penjar els articles complets perqué estan protegits afegeixo els abstracts que si que es poden trobar en obert: 

 

Menopause and High Altitude: A Scoping Review—UIAA Medical Commission Recommendations

Kastė Mateikaitė-Pipirienė, Dominique Jean, Peter Paal, Lenka Horakova, Susi Kriemler, Alison J. Rosier, Marija Andjelkovic, Beth A. Beidleman, Mia Derstine, Jacqueline Pichler Hefti, David Hillebrandt, Linda E. Keyes

UIAA MedCom writing group on Women's Health in the Mountains. High Alt Med Biol. 25:1–8, 2024.

Published Online: 12 Mar 2024 https://doi.org/10.1089/ham.2023.0039

Abstract

Background: Older people are an important fraction of mountain travelers and climbers, many of them postmenopausal women. The aim of this work was to review health issues that older and postmenopausal women may experience at high altitude, including susceptibility to high-altitude illness.

Methods: We performed a scoping review for the UIAA Medical Commission series on Women's Health in the mountains. We searched PubMed and Cochrane libraries and performed an additional manual search. The primary search focused on articles assessing lowland women sojourning at high altitude.

Results: We screened 7,165 potential articles. The search revealed three relevant articles, and the manual search another seven articles and one abstract. Seven assessed menopausal low-altitude residents during a high-altitude sojourn or performing hypoxic tests. Four assessed high-altitude residents. We summarize the results of these 11 studies.

Conclusions: Data are limited on the effects of high altitude on postmenopausal women. The effects of short-term, high-altitude exposure on menopause symptoms are unknown. Menopause has minimal effect on the physiological responses to hypoxia in physically fit women and does not increase the risk of acute mountain sickness. Postmenopausal women have an increased risk of urinary tract infections, which may be exacerbated during mountain travel. More research is needed on the physiology and performance of older women at high altitude.


Nutrition in Women at High Altitude: A Scoping Review—UIAA Medical Commission Recommendations

Marija Andjelkovic, Peter Paal, Susi Kriemler, Kaste Mateikaite-Pipiriene, Alison Rosier, Beth A. Beidleman, Mia Derstine, Jacqueline Pichler Hefti, David Hillebrandt, Lenka Horakova, Dominique Jean, and Linda E. Keyes

UIAA Medical Commission recommendations. High Alt Med Biol. 25:9–15, 2024

Published Online:12 Mar 2024 https://doi.org/10.1089/ham.2023.0047

Abstract

Background: Nutritional concerns such as food composition, energy intake, and nutrient absorption are essential for performance at high altitude and may differ between men and women. We performed a scoping review to summarize what is currently known on nutrition for women during short-term, high-altitude, physically active sojourns.

Methods: The UIAA Medical Commission convened an international team to review women's health issues at high altitude and to publish updated recommendations. Pertinent literature from PubMed and Cochrane was identified by keyword search combinations (including nutrition, metabolism, energy composition, micronutrients) with additional publications found by hand search.

Results: We found 7,165 articles, of which 13 original articles assessed nutritional aspects in physically active women on short-term high-altitude sojourns, with other articles found by hand search. We summarize the main findings.

Conclusions: Data on women's nutrition at altitude are very limited. Reduction in energy intake plus increased energy expenditure at high altitude can lead to unbalanced nutrition, negatively influencing high-altitude adaptation and physical performance. Therefore, adequate dietary and fluid intake is essential to maintaining energy balance and hydration at high altitude in women as in men. Iron supplementation should be considered for women with iron depletion before travel.

Etiquetes: , , ,
edit

ELS MES ALTS CIMS DE L'HUMOR. ENTREGA XII

CAPÍTOL XII. NO PROU AMUNT

L'endemà, al matí, vaig veure partir a Setciències cap al campament 3. Vaig romandre algun temps dins del sac de dormir meditant sobre la seva trista aventura. Que estrany -vaig pensar- que els meus companys -amb l'excepció potser de Flaixos, amb el qual encara no havia tingut ocasió de xerrar- hagin conegut experiències tan insòlites i tan melancòliques. ¡Que poc sospitem dels secrets que amaga el cor humà! Com de rarament s'endevina que un cor trencat es dissimula darrere d'un alegre somriure! Vaig resoldre que aquella seria una lliçó que no oblidaria; érem tots companys de patiment. Vaig decidir que mai tornaria a jutjar a ningú pel seu exterior, per impenetrable que pogués semblar.

En aquell moment Pong va entrar amb el meu esmorzar. En veure la seva aparença impenetrable, vaig comprendre de cop i volta que ell també era, al capdavall, no res més que un ésser humà com nosaltres. Qui sabia quins patiments, quina desolació s'ocultava darrere d'aquell rostre aixafat i poc tranquil·litzador? Mentre patia en silenci el suplici de l'esmorzar, vaig meditar sobre aquest problema. ¿No havíem estat potser poc caritatius amb en Pong? El pobre era el pària de l'expedició. Ningú semblava estimar-lo. Potser la seva solitud fos per a ell un intolerable sofriment. ¿No estaria desitjant amb tot el seu ser una paraula amable o un somriure?

Aquest simple pensament gairebé m'entristia. Vaig rebutjar el plat i vaig anar a la tenda de Pong. El vaig trobar esmolant un ganivet sobre una pedra. No em va concedir la més mínima atenció. Al cap d'un moment, es va posar a ratllar un tros de pedra. Vaig pensar que més valia deixar que s’acostumés a la meva presència abans d'entaular conversa amb ell; em vaig asseure, doncs, i el vaig observar. Després d'haver tallat un tros de corda i haver picat menudamente un vell mitjó, va llançar tot a la marmita en què coïa la carn seca i va remoure la barreja durant cinc minuts, afegint una mica de la sorra obtinguda abans i de parafina a tall de amaniments. Va acabar per abocar la mixtura en un plat, en va tirar una mica sobre un tros de cuir i li va clavar la dent.

Vaig veure l'ocasió que buscava. Després d'haver atret la seva atenció per una tos discreta, vaig designar el cuir; després la meva boca.

No va semblar comprendre el que volia dir. Vaig repetir el meu gest; després vaig fer intenció de mastegar i vaig somriure, fregant-me l'estómac. Va allargar la mà lentament cap endavant, com si no estigués molt segur del que jo volia. Vaig agafar el tros de cuir, li vaig arrencar un mos i després l'hi vaig tornar.

Masteguem en silenci. Vaig deixar que la situació s'afirmés uns minuts; després vaig tossir de nou. Encantat, vaig veure que Pong tossia també! Vaig agafar una de les seves cassoles, i sobre la base, ennegrida pel foc, amb la punta d'una forquilla vaig dibuixar un groller esbós de núvia yogistanesa. Vaig designar successivament amb el dit a Pong, després el dibuix, i vaig alçar les celles en una mímica interrogativa.

No semblava haver comprès. Vaig continuar alçant les celles, i sobtadament ell va fer el mateix. Aproximar el seu rostre al meu i va alçar les celles al mateix temps que jo.

Vam prosseguir un temps amb aquestes negociacions de comprensió. Jo no em volia aturar per por a vexar-lo.

Es va dibuixar llavors una cosa estranya al rostre de Pong, alguna cosa completament indescriptible, que no s'assemblava a res del que jo havia vist mai ni al que jo imaginava possible. Vaig mirar, fascinat. Què podia ser?

Després vaig comprendre. Era un somriure?

He de dir que em vaig sentir profundament commogut. Que el temible exterior de Pong pogués deixar aparèixer un somriure em semblava gairebé un miracle. Quines inexplicables emocions havien pogut provocar-la? Vaig emprendre amb un febril ardor la tasca d'aclarir aquest misteri.

No cansaré al lector pormenoritzant totes les etapes per les que vam passar en Pong i jo abans d'establir un llenguatge per signes que ens permetés a la fi comprendre'ns. La cosa podria semblar impossible, però jo he tingut sovint l'ocasió de comprovar-ho: la bona voluntat és el millor dels intèrprets.

Li vaig parlar de la meva família i vaig descriure la meva casa natal. Li vaig parlar amb calor de la nostra cuina anglesa i li vaig donar una o dues receptes. En revenja, ell em va ensenyar com fregir cautxú i em va confiar que estava diplomat en els cursos de cuina per la Universitat del Yogistán. A la fi, després d'hores d'esforços -ja que tenia tendència a perdre’s en divagacions gestuals-, el vaig portar a parlar-me de la seva nòvia.

No havia tingut mai desitjos de tenir una promesa. Ell tenia -em va dir- un temperament d'artista que creia incompatible amb els sentiments i el comportament d'un home compromès. Va insistir a fer-me comprendre que no tenia res contra el sexe oposat -ben al contrari-, però que la seva ànima d'artista es rebel·lava contra la reglamentació que implicaven forçosament els festejos oficials. El costum yogistanés vol, malauradament, que els nens siguin promesos a una edat molt tendra, a conseqüència dels arranjaments concertats entre els pares. Així és com Pong va ser promès o maridat molt de temps abans que es manifestés el seu temperament refinat; des que aquest es va revelar, Pong es va trobar amb discussions continues amb la seva família i amb la seva xicota. Pong sempre havia tingut horror a les discussions; la seva ànima delicada no estava en harmonia més que amb els acords més subtils de la vida social. Semblava estar llavors en un enfrontament permanent i irremeiable amb la societat en general, i amb la seva família en particular; aquesta revelació va provocar en ell una crisi espiritual. Va considerar que li calia triar d'una vegada per sempre entre el seu art i el seu cor; podia ser un artista o un amant, però no les dues coses alhora. El conflicte era terrible. Pong em va dir que ningú es podia imaginar el que havia patit. Fins llavors, sempre havia estat disposat a acceptar sumisament a la seva mitja taronja oficial; experimentava un sincer afecte per la seva família i pels seus amics. I heus aquí que una imperiosa necessitat l'obligava a abandonar-los a tots per seguir el camí solitari de la seva vocació. 

Havia viscut durant mesos en les tortures de la indecisió. I li semblava que la seva ànima estava esquinçada en dos. Però un dia li va passar una cosa que va forçar la decisió. Passava, com de costum, la tarda d'un dissabte a casa de la seva promesa, que tenia el costum de preparar alguna llaminadura pel seu ben estimat. Es va instal·lar, doncs, a la taula, es va posar la mà dreta sobre el maluc i va adoptar una expressió d'amable impaciència. La jove va entrar orgullosa i va dipositar un plat davant seu.

Un instant més tard, Pong llançava un crit d'horror i rebutjava el seu plat. La pobra senyoreta va voler posar una mà sobre el braç de Pong, però ell s’en va separar i es va precipitar fora de la casa.

Tot el dia i tota la nit els va passar a la muntanya. Quan va baixar al matí, ja no era el mateix: s'havia convertit en un home decidit a dedicar-se a alguna cosa. Des d'aquell matí s'havia consagrat al seu art. La seva promesa, la família, els amics, tots el van abandonar; ell era d'una extremada intransigència, i ningú l’estimava prou per comprendre'l i per acceptar només el segon lloc en l'escala dels seus afectes.

Es va convertir en un pària, no per culpa seva ni per un propòsit deliberat, ja que era de caràcter molt sociable, sinó perquè l'artista estava obligat a caminar sol per les altures desertes que són el seu domini.

I a mesura que la seva habilitat es desenvolupava, que la seva intuïció s'afinava, el seu desig de companyia s'aguditzava en ell fins al punt de convertir-se en una cosa gairebé intolerable. Però la violència mateixa d'aquesta necessitat d'amistat no era més que una barrera més que el separava dels seus semblants. En les rares ocasions en què revelava els seus sentiments, la seva intensitat mateixa embogia a l'home de qui hagués volgut ser amic. I la seva solitud no va fer més que créixer.

Va acabar per renunciar a tot esforç que tendís a socialitzar amb els seus semblants. Es va retirar completament al seu món interior i va bolcar sobre el seu art tot l'ardor dels seus afectes. Després d'haver-se diplomat, es va lliurar a experiències personals i va fundar una nova escola culinària, que va ser saludada pels elements radicals del país com l'encarnació mateixa de l'esperit modern. Va ser universalment honrat i respectat, però mai estimat.

Ara -em va dir- havia complert la gran obra de la seva vida. Mai pujaria més alt. La resta no seria més que repetició. Romandria reconegut de per vida pel fet que la nostra expedició havia volgut utilitzar els seus serveis; abrigava la voluntat d'envellir amb gràcia i l'esperança profunda i indestructible que encara podria trobar l'amistat d'un semblant.

* * *

Tal era, si l’havia comprès bé, la història de Pong. Quan va haver acabat, el silenci va regnar alguns minuts a la petita tenda. Ni ell ni jo vam formular el menor gest. Després, amb el sospir d'un home que descendeix sobre la terra després d'una incursió pel país dels somnis, Pong va treure la seva petaca i em va oferir una pipa de groku. Jo tenia ja el cor massa ple per intentar semblant aventura; vaig murmurar, doncs, un vibrant: "No, gràcies, nano!", i vaig sortir corrents de la tenda.

De retorn a la meva tenda, vaig escopir el tros de cuir i em vaig ficar al sac de dormir. Vaig quedar molt de temps pensant en l'estranya història de Pong i tractant d'imaginar com es podia expressar en llenguatge de signes la paraula mestre. L'expedició semblava molt lluny, i tot el que amb ella es relacionava semblava estranyament irreal. Vaig acabar, però, per retrobar el sentit de les meves responsabilitats. On eren els altres? Què havia de fer?

Una violenta crispació dels intestins em va donar una part de la resposta. Era inútil pretendre que no tenia una penosa digestió. Un Pong convertit en amic no seria per això millor cuiner que abans. No tenia més comprimits antidispéptics. Si no rebia socors molt aviat, estava perdut.

Em vaig apoderar del walkie-talkie i vaig llançar trucades frenètiques. Pel meu gran alleujament, vaig prendre contacte amb Setciències, que ja era al campament 3. Ell havia comunicat ja amb Cicerone i Flaixos, que havien avançat fins al campament 2. Catxes i Rodamon estaven encara al campament 1.

Aquestes eren excel·lents notícies. Tot l'equip semblava, a la fi, estar en contacte.

Aviat vam descobrir que jo estava fora de l'abast del campament 2; no podia parlar amb ells més que per mitjà de Setciències. Setciències, per la seva banda, no podia comunicar amb el campament 1; per això havia de passar pel campament 2 com a enllaç. Vaig demanar a Setciències que pregués a Cicerone al campament 2 i a Catxes al campament 1 que es mantinguessin a l'escolta. Mentre que ell prenia aquestes disposicions, vaig tractar d'establir plans per a l'assalt del cim, que es trobava encara a mil tres-cents metres per sobre de mi. Però els únics plans que jo era capaç d'examinar eren els que feien referència a la meva digestió. Vaig decidir que era imprescindible m'enviessin urgentment comprimits antidispéptics per un portador. Encara en quedaven a les reserves farmacèutiques del campament 1.

Quan Setciències va comunicar, la seva veu era molt feble i jo vaig elevar el to dient-li que parlés més alt. En lloc de seguir els meus consells, es va posar a parlar amb una veu més feble encara. Em vaig adonar després que jo parlava massa fort i que ell, com es fa en aquests casos, havia baixat instintivament el to. Jo tot just el sentia i llavors contestava cridant, el que feia vibrar el seu receptor i ensordia al pobre Setciències. Ni ell ni jo compreníem una paraula del que deia l'altre. Hauríem potser acabat per renunciar si, un cop que vaig fer una pausa per recuperar l'alè, no hagués sentit a Setciències dir-li a Cicerone que jo udolava fins trencar-li el crani. Aquesta observació em va il·luminar i Setciències va poder dir-me que tots estaven a l'escolta.

Però justament en el moment en què jo anava a parlar van començar a sentir-se crepitacions al receptor. Des de llavors ens va ser molt difícil fer-nos comprendre. Per agreujar encara més les coses, oblidem, en el nostre entusiasme, els consells de Rodamon i ens vam posar a parlar com en una conversa ordinària. Heus aquí el que això va donar:

Jo a Setciències.- Digues a en Catxes que m'enviï sis paquets de pastilles per l'estómac al campament 4.

Setciències a Cicerone.- Que diguis a en Catxes que envii sis paquets de bolets al campament 4.

Jo (que havia sentit aquesta última frase).- No; llenties, no; pastilles.

Setciències.- Jo no he parlat de cloïsses.

Jo.- Jo no he dit que hagis parlat d'aquests mol·luscos.

Cicerone a Setciències.- Com? ¿Que no has parlat de maduixes? Ja ho sé; has dit bolets.

Setciències.- No, no! Parlava amb Llunes. Ell diu que no vol llenties. O eren cloïsses? En fi, de totes maneres, que no en vol.

Jo.- Però, sí. És clar que en vull!

Setciències a Cicerone.- Diu ara que sí que en vol.

Cicerone.- Que vol què?

Setciències.- Doncs ..., doncs .... Un segon! Llunes, ¿es tractava de bolets o maduixes?

Jo.- Oh, Verge santa!

Setciències a Cicerone.- Diu que vol ous.

Cicerone.- Ja sap que els vam trencar tots al tren. ¿No creus que està boig?

Jo .- No! Ous, no! Dèu del cel! 

Setciències a Cicerone.- Jo crec que sí. Acaba de trucar al cel.

Cicerone.- Això és seriós. Ha d'estar delirant. Pregunta-li si coneix a en Rodamon, per veure.

Setciències.- Llunes, Cicerone voldria saber si coneix a en Catxes.

Cicerone.- Jo no he parlat de Catxes, idiota! He dit Rodamon.

Setciències .- Jo no he parlat d’en Ramon.

Jo a Setciències.- Ja ho sé que no.

Cicerone a Setciències.- Jo no he dit això.

Setciències.- Volen callar tots un moment? Em faran parar boig.

Catxes a Cicerone.- Què passa, Excel·lència? Què significa tot això?

Cicerone.- Passa que tant de bo Llunes i el savi es quedèssin muts.

Catxes.- Nus? Com que nus? Amb el fred que fa!

Setciències a Cicerone.- Què us passa? ¿No podeu callar un segon mentre jo reflexiono?

Cicerone a Setciències.- Si vols reflexionar, no tens més que tancar el teu satànic receptor.

Catxes a Cicerone.- Qui vol reflexionar? De què parlen ara?

Jo a Setciències.- Jo no he dit res. Estàs segur que et trobes bé?

Setciències.- Em trobo molt malament.

Ja es veu que cosa anava malament. Però almenys fins aquí havíem aconseguit sincronitzar les operacions tan bé, que quan A parlava, B estava a l'escolta, i viceversa. Després tot va començar a anar pitjor. A i B parlaven els dos a el mateix temps i no estaven ni l'un ni l'altre a l'escolta. Segons tota probabilitat, ja parlàvem tots a el mateix temps, ja ens posàvem tots alhora a l'escolta i ningú parlava. Per un llarg temps allò va ser el caos. Estic convençut que no haguéssim trigat a tornar-nos bojos els uns als altres, o que almenys s'hagués ressentit molt la nostra fe en la racionalitat del comportament humà i en el control que l'home exerceix sobre el seu destí. Però, afortunadament, ens va ser evitada aquesta catàstrofe. 

Enmig del tumult va ressonar una veu; una veu dolça i tranquilitzadora, ben timbrada, una mica pedant; una veu competent: 

"Voltador a Excel·lència. Voltador a Excel·lència. Em sents? Canvi... ... Voltador a Excel·lència. Voltador a Excel·lència... Em sents? Canvi. "

Cicerone va dir que va tenir la impressió de sentir la veu d'un ésser superior.

Enmig dels sorolls i dels fenòmens de distorsió, les frases familiars ressonaven clares i ben reconeixibles. La melopea monòtona que ens havia semblat tan rara quan ens entrenàvem al campament de base va expulsar els paràsits; l'oïda, que ja no havia de dubtar entre els greus i els aguts, va poder ignorar les interferències. El missatge no va deixar a Cicerone cap dubte sobre la identitat del seu interlocutor. Cicerone es va lliurar amb alegria al ritual: "Excel·lència a Voltador. Excel·lència a Voltador. Et sento molt bé ... "

Setciències en escoltar-lo, em va posar al corrent, i la conversa va seguir sense equívocs. Catxes va prometre enviar-me les pastilles gastrointestinals al matí. Rodamon i ell no se sentien encara molt segurs d'ells mateixos i pensaven perllongar una mica la seva permanència al campament 1. 

Cicerone i Flaixos es quedarien al campament 2 per descansar de la seva ascensió. Setciències es quedaria al campament 3. Aquest acord permetria guardar el contacte per ràdio. Vaig decidir que, ja que no rebria fins a la tarda de l'endemà els meus medicaments per a l'estómac, jo podia fer una jornada de treball mentre tingués forces per escalar. Pujaria tan amunt com pogués, deixaria al lloc l'equipament del campament 5 i tornaria a baixar al campament 4.

* * *

Vaig passar una nit agitada i em vaig despertar molt cansat. Quan Pong em va portar l'esmorzar, estava tan impenetrable com sempre; com a molt es va permetre davant meu un vigorós rot, cosa que mai havia ocorregut fins aleshores. Em vaig preguntar per un moment si no començava a abusar de la simpatia que jo li havia testimoniat; però em vaig retreure de seguida aquest pensament poc caritatiu.

Quan vaig convocar a El Soo, també aquest es va permetre un rot davant meu. Si no es tractava d'una conspiració, era, per descomptat, una notable coincidència. Vaig decidir en endavant tenir els ulls ben oberts. És poc agradable saber que abusen d'un. A més, davant el desig de no ser pres per un imbècil, o de considerar-se a un mateix com a tal, no se sap mai si s'ha de menysprear l'altra persona per haver abusat de la bondat d'un, o si deu un menysprear-se a si mateix per haver-ho sospitat sense justificació. Va ser, doncs, amb sentiments barrejats com vaig començar la meva jornada d'ascensió.

Vaig deixar, com de costum, a El Soo anar al davant -de fet, hauria estat difícil impedir-li-ho- i vaig procurar fer plans pel futur i mantenir la mirada alerta a les possibles transversions de Wharton o al·lucinacions, al temps que l'oïda tensa, per si percebia un nou fenomen de eructació dels portadors.

Vaig experimentar nous i vius dolors a la regió de la cintura; l'esforç d'escalar i de respirar m’era cada vegada més penós. El meu esperit començava a ser erràtic. Em va semblar per un moment que els meus companys havien portat amb ells les seves dones i les seves famílies; en algun lloc per sota de mi s'atapeïa una multitud: Malaltís amb la seva horrible dona i els seus plançons, Catxes i la seva desgraciada xicota, Cicerone i Travessat -entonant a cor cançons marineres-, Rodamon i la seva cohort d'amors perduts, i el pobre Setciències amb la seva promesa, a la que no arribava a creure veritablement. Tots eren bons amics meus -fins i tot la família de Malaltís-, i em vaig dir que hauria de fer alguna cosa per ells. "Anem, Llunes", em vaig dir. Però això era més fàcil de dir que de fer. Inútil intentar convèncer-me que no em feia mal l'estómac. Em vaig adonar que la meva moral estava ja ben afeblida per les mentides que m'havia prodigat jo mateix a la meva darrera ascensió. Tractar de enganyar-me a si mateix era una bogeria i una covardia. Havia d'afrontar la veritat cara a cara i acceptar-la amb el cor alegre. Acceptar la veritat era acceptar la vida, i la vida mateixa em recompensaria.

Vaig començar pels meus mals de panxa i vaig tractar d'acceptar-los amb el cor alegre. Que el meu dolor vaig pensar sigui l'ofrena que aporto a l'altar de la vida i de l'amistat. Jo ho suportaria valentament per Pong. Això semblava molt senzill, però no tindria resultat si sospitava que Pong abusava de la meva bondat. En interès de l'expedició, jo havia de creure en Pong. Després de tot -em vaig dir-, el yogistanés es parla amb l'estómac. Potser aquests rots signifiquin "Bon dia" en yogistanés.

Vaig expulsar, doncs, aquestes sospites i em vaig esforçar a reunir Pong, als meus companys, als meus mals de panxa i als meus altres molèsties en un sol i mateix èxtasi. "Vull viure!", vaig cridar, i vaig caure tan llarg com era.

Em vaig aixecar i vaig afegir un nas adolorit al meu èxtasi. Martiritzat d'alegria, em vaig esforçar a recuperar el camí. I a poc a poc el meu avanç es va fer més fàcil. Em vaig meravellar d’escalar com no havia escalat des de feia molts dies. ¿Havia descobert el secret de la vida i de l'energia? El pendent em semblava amb prou feines perceptible; s'hagués dit que marxàvem sobre terreny llis.

Vaig aixecar els ulls i vaig passejar les meves mirades al voltant de mi. Estàvem en terreny llis!

Vaig donar alguns passos i vaig ensopegar amb El Soo, que s’havia aturat. Em vaig immobilitzar, recobrant el meu alè; després vaig mirar davant meu, preguntant-me quins obstacles podien esperar-nos.

Davant la meva profunda estupefacció, no hi havia obstacles. Érem al cim!

Per segona vegada des del principi de la nostra expedició vaig dubtar de la meva raó. El Khili-Khili culminava a 13.350 metres per sobre de el nivell del mar. O jo estava boig, o ho estava el meu altímetre, ja que ens trobàvem a onze mil sis-cents metres només. Què havia pogut passar?

Va ser llavors quan vaig comprendre. A l'Est, una magnífica muntanya dirigia cap al cel el seu cim brillant, a uns mil set-cents metres per sobre de mi.

Ens havíem equivocat de cim.




Etiquetes: , , ,
edit

EDEMA PULMONAR D'ALTITUD

EXPANDINT I APROFUNDINT  EL CONEIXEMENT DE L’EDEMA PULMONAR D’ALTITUD

Un cas i una pregunta

Un altre cas d’Edema Pulmonar d’Altitud. Per no fer servir paraules llargues, a partir d’ara en direm EPA.

Un xicot de vida sana i sense malalties conegudes arriba en avió a una ciutat a 3600 metres. Aquella nit no pot dormir bé i l’endemà es troba molt malament. Al vespre té tos i sensació d’ofec. No respira bé. El porten a l’hospital i el metge de guàrdia li fa els exàmens corresponents.

Resumint: pressió arterial normal, freqüència cardíaca a 120 batecs per minut, saturació d’oxígen per pulsioximetria de 51%, auscultació respiratòria amb estertors crepitants, radiografia de tòrax amb imatges d’infiltrats dispersos als dos pulmons. Diagnòstic: EPA. Es fa el tractament que es pot fer, o sigui oxígen i medicaments que produeixen vasodilatació arterial pulmonar. Amb el primer vol disponible, surt de la ciutat i torna a nivell del mar. Amb 24 hores de repòs a nivell del mar, el problema desapareix sense més tractaments. 


NOTA per professionals. Actualment els medicaments aconsellats pel tractament provisional de l’EPA abans de perdre altitud son la nifedipina i el sildenafil.


Que ha passat?? Doncs que l’EPA és així. Apareix amb l’altitud i desapareix baixant. 


I que és això de l’EPA? És una de les formes malignes de Mal de Muntanya, afecta als pulmons i és  especialment perillosa perqué apareix a les poques hores d’arribar en altitud i en poc temps pot ofegar al malalt. Sempre apareix abans de l’aclimatació, no en persones aclimatades.


I qui pot tenir aquesta malaltia? Poden tenir EPA totes aquelles persones que, pujant en poc temps i sense aclimatar, reaccionin a l’altitud amb augment de la pressió arterial pulmonar. Qui ja està aclimatat no té EPA. És llarg d’explicar, però la manca d’oxígen, en moltes persones, pot produir hipertensió arterial pulmonar (HAP) que és la causa de l’EPA.


Vaja, concreta més! Deixa l’EPA i contesta: Qui pot tenir HAP? Tú ho vols saber tot! I no pot ser, ningú no ho sap tot. Et puc dir una pila de motius coneguts per tenir HAP però segur que n’hi ha més que no coneixem. En primer lloc les infeccions respiratòries, encara que semblin innocents. Pujar a l’altitud de cop amb una vulgar grip pot produir HAP i EPA. En segon lloc hi ha diverses malalties del cor que evolucionen amb HAP i que no es noten fins que la persona puja a una altitud elevada. Aleshores és quan es descobreix que hi havia alguna cosa amagada. A més a més, les persones reaccionen a l’escassedat d’oxígen amb més o menys HAP. Els xerpes i els tibetans, per exemple, no tenen aquesta reacció.


NOTA per interessats. La reacció de vasoconstricció arterial pulmonar a la hipòxia és una reacció normal en persones i animals a nivell del mar. És una reacció que facilita la supervivència. Si hi ha una afectació pulmonar, la vasoconstricció redistribueix el fluxe sanguini a les zones sanes del pulmó permetent una millor oxigenació general. Però aquesta reacció, que és útil a nivell del mar, pot ser contraproduent en altitud on la hipòxia és a l’ambient. De fet, després de mil·lenis vivint en altitud, els xerpes, els tibetans, els iacs i les llames no tenen reacció de vasoconstricció pulmonar a la hipòxia.

Ja hi ha estudis que identifiquen gens que predisposen a la hipertensió arterial pulmonar i a l’edema pulmonar d’altitud. 

GENETIC PREDISPOSITION TO HIGH-ALTITUDE PULMONARY EDEMA

HIGH ALTITUDE MEDICINE & BIOLOGY. Volume 21, Number 1, 2020. 

C. A. Eichstaedt, H. Mairbaurl, J. Song, N. Benjamin, C. Fischer, C. Dehnert, K. Schommer, M.M. Berger, P. Bartsch, E. Grunig and K. Hinderhofer.


Molt bé però ara el xicot ja ha baixat i s’ha curat. Ara la pregunta. Que hem de fer? Doncs depèn del que vulgui fer el xicot. Vol passar de tot i no pujar mai més a l’altitud? És la opció clàssica, no complicar-se la vida i no voler saber gaire. 


Cas nº 1. Dona de 31 anys amb antecedents de Mal Agut de Muntanya. Arribats en cotxe a un refugi dels Andes (4500 metres), aquella nit presenta signes d’EPA. Passa la nit dins de la bossa hiperbàrica portàtil amb tot l’equip fent torns per manxar. A primera hora del matí, carretera i manta amb la furgoneta per perdre altitud. A la ciutat, a 1500 metres, es troba bé i descansa. Hi passa 4 dies i torna a pujar, en cotxe però més lentament. La resta de l’expedició es troba acceptablement bé sense pujar més amunt del campament base / refugi a 4500 metres. No es va fer cap estudi i mai més ha volgut pujar a l’altitud. 


Però, i si vol tornar a pujar a l’altitud? La recomanació és que ho faci a peu donant temps a l’aclimatació. Cal que tingui present que una aclimatació en condicions tarda entre 4 i 6 setmanes. A més a més hi ha altres consideracions que aconsellarien no estar més dos mesos en altitud. 


NOTA per interessats. A les persones propenses a HAP, com és el cas nº3, si passen gaires setmanes en altitud els hi pot aparèixer una altra forma greu de Mal de Muntanya. El Mal Subagut de Muntanya que és una insuficiència cardíaca dreta per hipertensió arterial pulmonar. També és letal si no es baixa, però dona més temps que l’EPA.


Però i si vol saber si hi ha alguna causa que el faci propens a EPA - HAP? Potser algna causa es podria sol·lucionar... Aleshores ha de consultar a un equip expert en el tema i fer un estudi mèdic per saber si hi ha propensió a tenir HAP. 


Uns exemples viscuts:

Cas nº 2. Home de 27 anys. Diagnosticat d’EPA al dispensari mèdic per trekkers de Manang. És evacuat i evoluciona favorablement. Tornat a la seva ciutat a nivell del mar consulta un equip mèdic especialitzat. Es practica una prova de tolerància a l’exercici en hipòxia i el resultat mostra una tolerància molt inferior a la normalitat. Estudiat amb més profunditat es va descobrir una estenosi de la vàlvula mitral. Es va intervenir quirúrgicament amb bon resultat. D’aixó fa més de 20 anys; no va continuar informant i desconeixem si ha tornat a les muntanyes. Cas 2 Bis. Un altre home jove amb antecedents de EPA També es va fer una prova de tolerància a l’exercici en hipòxia que va donar molt mal resultat. L’estudi va mostrar estenosi valvular mitral. Amb comissurotomia es va sol·lucionar el problema. 


Cas nº3. Home de 29 anys. Muntanyenc experimentat d’una expedició a l’Himàlaia, arriba en avió a una ciutat a 3600 metres d’altitud. En poques hores té taquicàrdia i sensació de manca d’aire. A l’hospital es confirma el diagnòstic d’EPA. Ingressat a l’hospital i tractat amb oxigen i medicines, millora progressivament. Una setmana després es reuneix amb la resta de l’equip. En aquella expedició va fer bon paper carregant suministres fins els 8400 metres d’altitud. Va arribar a nivell del mar, vuitanta dies després de l’EPA i vuit dies després de baixar dels 3600 metres. Trobant-se bé, es va fer un estudi mèdic que va resultar normal amb tres excepcions: Radiografia de tòrax amb dilatació de les cavitats cardíaques dretes. Electrocardiograma amb blocatge de la branca dreta del feix de Hiss.  Angiografia pulmonar per sostracció digital amb intensa vasoconstricció. Les tres dades apunten a Hipertensió Arterial Pulmonar relacionada amb l’altitud, efecte que es relaciona amb l’EPA. Ha continuat sent alpinista fins l’actualitat, però mai més ha guanyat altitud de forma ràpida ni ha passat gaires dies en altitud.


Cas nº4. Home de 43 anys. Arriba en camió a un campament base a 3800 metres. Com que té Mal Agut de Muntanya i no descansa bé, es queda al camp base. No puja al camp I a 4800 metres fins el nové dia. Arriba molt cansat i el seu company l’ha d’ajudar a entrar a la tenda. L’exploració mèdica va mostrar cianosi i dispnea franques, taquicàrdia de 128 batecs per minut en repòs, crepitants pulmonars i saturació d’oxígen per pulsioximetria de 48%. No es disposava d’oxígen ni de bossa hiperbàrica i era de nit. Tractament amb nifedipina i sildenafil. Poques hores després havia pogut dormir una estona i la pulsioximetria mostrava 56%. Amb la primera llum del dia, un equip nombrós el va ajudar a baixar al camp base. Arribats a la seva ciutat, a nivell del mar es va fer un estudi mèdic. El resultat va ser Miocardiopatia Hipertròfica. Va morir sobtadament sobtadament per fibril·lació ventricular unes setmanes després.


IMATGES PER INTERESSATS

 

 


Electrocardiograma amb Bloc de branca dreta del feix de Hiss, que suggereix sobrecàrrega del ventricle dret.

 


Angiografia pulmonar per sostracció digital suggestiva de vasoconstricció més de dos mesos després d’EPA.

 

 

Radiografies de diversos casos d’EPA

 


Tomografia Axial Computeritzada amb infiltrats pulmonars cotonosos típics d’EPA. 

 

Etiquetes: , , , , ,
edit



Arxiu d'escrits



Vols fer una consulta?

Escriu un correu a: maldemuntanya@maldemuntanya.cat


Llista de correu